Doctrina Reformada

Vida Eterna

Introducción
1. Vida Eterna
2. Calvinismo
3. Justificación
4. Santificación
5. Carácter
6. Historia
7. Conf. de fe Westminster, 1646
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¿Por qué debo tener Vida Eterna?
V. Arteaga

  En el principio creó Dios los cielos y la tierra, en el sexto día creó al hombre a su imagen y semejanza, esto nos muestra que el ser humano tendría ciertas perfecciones comunicables de Dios, y de acuerdo a su condición de ser humano creado, estas deben haber incluido razonamiento, voluntad, amor, etc. cuando el hombre y la mujer desobedecieron a Dios, el pecado entro en el mundo y como consecuencia el ser humano  y la naturaleza entera fueron despojados de su posición delante de Dios, de tal manera que las generaciones y simientes venideras, al nacer vendrían en su estado natural, destituidos de la gloria de Dios, el hombre en la condicion de pecador, (alienados, enemigos y rebeldes a Dios y sus leyes), y sus cuerpos al igual que la naturaleza entrarían a un proceso de decaimiento y muerte. Genesis 1,2,3.  A esta altura de la introduccion alguno de nosotros puede decir; bueno yo tengo mi familia en orden y he ayudado a los pobres, nunca he usado drogas o me he emborrachado, nunca he ido a la carcel, o voy a la iglesia desde mi niñez. 

La Escritura nos muestra algunos ejemplos de alienación en contra de Dios: 

En Romanos 1:29-32 

"Estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Romanos 1:29-32.

En 2 Timoteo 3:1-6

"También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.  Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias..."; aunque la practica del pecado es de un grado mas grave en unos, que en otros, todos de alguna manera han pecado, dice la Biblia: "Por cuanto todos pecaron, y estan destituidos de la gloria de Dios", Romanos 6:23. -¿Quién podrá liberarnos de este cuerpo de muerte?

Estamos muertos espiritualmente, necesitamos nacer de nuevo

En Juan 3: 3

"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios"

En esta situacion alterada, el hombre no tiene los medios necesarios para buscar al Dios verdadero, porque esta muerto espiritualmente en sus pecados y delitos, y en esa condición Dios no lo acepta, por lo tanto necesita de un mediador perfecto que lo devuelva a su comunión con Dios, es por esta razon que en la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo Jesucristo, como sustituto y representante de nosotros pecadores. Nuestro Señor Jesús, no estimo el ser igual a Dios como una cosa a que aferrarse, sino más bien se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciendose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; y debido a que la paga del pecado es muerte, Dios mostró su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores; Cristo murió por nosotros. (Efesios 2; Filipenses 2; Romanos 3 y 5; I Timoteo 2; Galatas 3.)

¿Qué pues tenemos que hacer, para que Dios muestre su gracia para con nosotros y nos dé Vida Eterna?

 Nada, que pensemos pueda de alguna manera complacer a Dios, más bien, debemos de rendirnos y rogarle a Dios por la salvación de nuestras almas, reconociendo ante él nuestro pecado, arrepintiéndonos de todo corazón; y creyendo firmemente en Nuestro Señor Jesús, y en su obra redentora en la cruz.  (Juan 3, 5; Hechos 8, 16; Romanos 10)

¿Qué nos espera si no creémos?

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:36)

"Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.  Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego." Apoc. 20:11-15

¿Qué nos espera si creemos?

 "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. 
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.  Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda."  (Apocalipsis 21:1-8)